¿Cómo funcionan unas gafas de realidad virtual?

¡La era de la realidad virtual ha llegado! ¡Otra vez! Y como esta vez lo ha hecho para quedarse, vamos a aprovechar para explicarte cómo funciona :).

La realidad virtual es la experiencia digital definitiva prometida a toda una generación. Un mundo a sólo un bit de distancia que nos hizo soñar en aquellas recreativas de modelos poligonales y que nos produjo pesadillas con El Cortador de Césped. Mucho ha llovido desde entonces, pero actualmente el trabajo en armonía de los distintos componentes de las gafas de realidad virtual nos permite acercarnos a esa experiencia de una forma más o menos inmersiva. A través de ellos, hoy te explicamos cómo funcionan estos fantásticos gadgets.

Virtua Racing y la realidad virtual
Al menos un 128% más de virtualidad que esto, garantizado.

Headset

El objetivo de esta pieza es mantener la ilusión de estar rodeados por el entorno virtual tridimensional exento de las limitaciones de espacio de una televisión o un monitor de ordenador. Esto se consigue principalmente haciendo que la pantalla que albergue siga los movimientos de tu cabeza allá donde mires.

El headset juega un papel vital en la sensación de inmersión en la realidad virtual. La comodidad de sus sujeciones; la cantidad de luz que permita entrar desde el exterior; las temperaturas que alcance o el que permita o no el uso simultáneo de gafas convencionales son factores clave en la calidad de la experiencia, y es conveniente que los tengas en cuenta a la hora de comprar uno.

Lentes

En el headset encontramos dos lentes, una por cada ojo, que se situarían entre nosotros y la pantalla (de aquí que estos complejos dispositivos reciban el nombre de “gafas”). Estas lentes sirven para que, mediante su ajuste, cada ojo perciba claramente la imagen emitida por su mitad correspondiente de la pantalla (más sobre esto a continuación).

El rol de las lentes en la Realidad Virtual
Vamo a calmarno

La división en dos de la pantalla es donde está el truco para conseguir el efecto 3D. Emitiendo dos imágenes idénticas (una por cada ojo) pero tomadas desde un ángulo ligeramente distinto, nuestro cerebro interpreta esa pequeña diferencia como profundidad en el espacio mediante la técnica conocida como estereoscopia.

Este mecanismo simplemente replica la forma en que nuestra visión normal percibe la profundidad de manera natural: al estar uno al lado del otro, nuestros ojos perciben el mundo desde dos ángulos distintos y es por ello que tenemos percepción de la profundidad (gracias al fenómeno conocido como paralaje). Emulando artificialmente esta situación, podemos conseguir la ilusión de tridimensionalidad en una superficie plana.

Pantalla

Existen dos grandes tipos de gafas de realidad virtual: aquellas cuya pantalla viene integrada en el headset, y aquellas que usan la pantalla de un móvil para mostrar el entorno digital. Las primeras son las caras, mientras que las segundas suelen ser más asequibles (o no, si sumamos el coste del headset y el del terminal).

En ambos casos, para que la sensación de inmersión sea lo más realista posible es importante contar con una pantalla de buen tamaño y resolución, cuya densidad de pixeles y el tamaño de los mismos permita entrar en la ilusión con mayor facilidad. De la misma forma, la fluidez de la misma (es decir, sus fotogramas por segundo o fps y su tasa de refresco) es vital para una experiencia satisfactoria en la que movimientos bruscos no signifiquen una ralentización de la imagen.

Sensores

Los sensores son aquellos dispositivos que permiten al headset saber hacia dónde estás mirando y ajustar en consecuencia la imagen que se muestra en pantalla. Habitualmente estos dispositivos son un acelerómetro (para medir la rapidez del movimiento) y un giroscopio (para detectar la orientación en el espacio). A través de sus mediciones es posible detectar en tiempo real los movimientos de tu cabeza en los tradicionales ejes representativos de un espacio tridimensional X, Y y Z. Esto se conoce como 6DoF (six degrees of freedom, o “seis grados de libertad”, y es la misma base tecnológica que hace funcionar los mandos sixaxis).

Es muy importante destacar que en las gafas de Realidad Virtual que obtengan la imagen de un móvil, los sensores han de estar presentes en el móvil. Si tu terminal no cuenta con estos sensores, lamentablemente será difícil que puedas disfrutar unas gafas de realidad virtual en su plenitud.´

Auriculares

La realidad virtual aún no ha llegado a todos los sentidos, pero tras conquistar la vista el siguiente en la lista es el oído. Esto se ha conseguido mediante una técnica sonora análoga a la holografía en imagen: la holofonía.

Holofonía y Realidad Vitual
No, no esta.

La holofonía es una variación sobre la grabación binaural, un proceso que permite el registro completo de un entorno sonoro complejo (es decir, un entorno compuesto por varias fuentes de sonido situadas en diferentes puntos del espacio y emitiendo sonido simultáneamente). De esta forma, especialmente con auriculares, es posible añadir un entorno sonoro tridimensional envolvente al entorno que percibimos a través de nuestra visión.

Por cierto, y como curiosidad para los amantes de la música, este sistema fue utilizado por los legendarios Pink Floyd en su disco The Final Cut.

Estos cinco elementos son los componentes básicos de una experiencia de realidad virtual completa y satisfactoria, y deberías buscar su excelencia (o al menos su buena relación calidad-precio) cuando andes a la caza de uno de estos dispositivos. ¡Esperamos que este conocimiento te sirva!

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