Tras muchos meses recibiendo información de Xbox One X, la nueva consola de Microsoft, por fin hay fecha oficial de salida al mercado: el 7 de noviembre. Sale en dos ediciones, la primera de ellas una especial con la serigrafía de Project Scorpio Edition, la cual ya se ha agotado tanto en España como en Alemania y Francia.
Microsoft ya anunció que las unidades de la Xbox One X Scorpio serían escasas, ya que esta edición especial se ha realizado pensando en los fans que desde el primer momento apoyaron la aparición de esta nueva consola. Pero, ¿qué pasa con la otra?
Xbox One X “edición normal”, ya en reserva
Aunque esta edición especial ya está agotada tanto en la web de Game como en la de Microsoft (los dos únicos lugares en donde se podían realizar las reservas), todavía se puede reservar la “edición normal”. Esta versión se diferencia exteriormente de la Project Scorpio Edition, pero por dentro son la misma máquina. Así que si te da igual que no sea una edición especial puedes hacerte todavía con una (eso sí, a un precio de 499 euros).
Las mejoras de esta nueva Xbox One X respecto a su predecesora vienen en una GPU muchísimo más potente, una resolución de los juegos en 4K nativo (nada de rescalados) y un mayor ancho de banda, entre otras especificaciones. Evidentemente, ya hay anunciados juegos que aprovecharán al máximo las nuevas bondades de esta plataforma aunque no sean específicos de esta nueva Xbox, la cual asegura Microsoft cumple su slogan de tener la consola más potente creada hasta la fecha.
Muchas versiones para un mismo nombre
Desde la aparición de esta nueva generación el ver varias ediciones de una misma consola en un cortísimo período de tiempo se ha vuelto algo común. Por un lado Sony sacó la versión Slim de su PS4, algo que los consumidores podíamos esperar ya que desde la época de la PS1 aparecían versiones diferentes de un mismo modelo en el que cambiaban la estética pero no el interior de la consola.
Eso sí, Sony se sacó de la manga una versión Pro que de “pro” sólo tenía el nombre, ya que prometía una resolución a 60fps que finalmente se ha llegado a ver en un número ínfimo de juegos, y que se conseguía mediante un rescalado (es decir, no lo realizaba la consola de forma nativa). Y por supuesto cobrándote 400 euros.
Microsoft también hizo algo muy parecido cuando sacó al mercado Xbox One, sucesora de la Xbox 360. En un principio salió a la venta a 499 euros con Kinect, porque según ellos este periférico iba a adquirir una gran importancia. Tras ver su error, recularon y poco tiempo después Xbox One podía adquirirse por 399 euros sin Kinect, ya que a ellos mismos les dejó de interesar este dispositivo desde el minuto uno. A la Xbox One le sucedió su modelo slim mejorado, la Xbox One S, y ahora nos aparecen con una Xbox One perfeccionada y de altas prestaciones.
El futuro de las consolas
Así pues, en poco tiempo han aparecido versiones mejoradas de una misma videoconsola para cada uno de los fabricantes (hemos mencionado Microsoft y Sony, pero como entremos con Nintendo y su DS ya nos volvemos locos). Y mi pregunta es: ¿realmente son necesarias? ¿Realmente aportan tales novedades que merecen esa nueva inversión en ellas estando tan poco exprimidas las versiones anteriores?
Sinceramente, yo creo que no. Para empezar, porque para disfrutar de esta nueva Xbox One tienes que comprarte un televisor que soporte 4K, y a día de hoy creo que todavía no hay una oferta variada ni en consolas ni en contenido audiovisual para renovar tu televisor en aras de esta gran resolución.
El tiempo dirá si esta evolución de las consolas realmente es un salto a la nueva generación, o por el contrario sólo son añadidos para seguir sacándole el dinero al consumidor. De momento, mutante, ¿que te parece la nueva apuesta de Microsoft? ¿Adquirirás la nueva Xbox One X? ¿O aprovecharás para pillarte su predecesora a un precio más bajo y disfrutar de su excelente catálogo?
