Honor lleva ya un par de años volando “sola” en Europa, y parece que este tiempo le ha sentado la mar de bien. La marca de Huawei orientada principalmente al mercado online y con especificaciones algo más modestas, quiere dar un salto cualitativo y sobrevolar entorno a la gama alta del catálogo. Y parece que el nuevo Honor 8 Pro ha sido concebido para conseguir este propósito.
La coletilla “Pro” no siempre cumple con las expectativas que nos hacemos al leerla. En ocasiones, unas leves mejoras en el diseño son suficientes para lanzar un modelo “Pro” al mercado con un precio más elevado y una ostentosa campaña de marketing. Pero en este caso, esta muletilla sí supone un gran salto de calidad, mejorando en casi todos los aspectos posibles con respecto al anterior Honor 8.
El salto más notable en las características del Honor 8 Pro se encuentra en su potente hardware. Junto al procesador Kirin 960 nos encontramos un gran almacenamiento de 6 GB de RAM y 64 GB de ROM ampliables hasta 128 GB mediante tarjeta SD, acompañados por una GPU ARM Mali-G71, una configuración muy similar a la del Huawei P10. Estas características nos aseguran una potencia capaz de mover cualquier juego o app sin ningún problema, por mucha carga gráfica que requieran, y nos demuestran que estamos ante un smartphone de altos vuelos. En cuanto a batería, la cifra de 4.000 miliamperios nos encanta, ya que nos asegura una autonomía muy respetable.
En cuanto a diseño, este móvil no nos enamorará por una apariencia muy sofisticada, pero su panel de 5,7 pulgadas con resolución QHD y acabado 2.5D sí nos enamorará por su gran calidad de imagen y por la gran resistencia que le otorga la protección Corning Gorila Glass 3. Un chasis enteramente metálico de bordes redondeados, con lector de huellas trasero y puerto USB Tipo-C en la base ponen la guinda a un diseño minimalista muy sencillo, pero totalmente impecable.
En el apartado fotográfico, nos encontramos con una de las características de moda: una doble cámara trasera, con dos sensores de 12 megapíxeles cada uno, uno RGB y otro monocromo, con PDAF y autoenfoque por detección de fase, además de permitir la grabación en 4K. Unas especificaciones que quizá no sean las mejores del mercado, pero que nos proporcionarán unos excelentes resultados y que no se encuentran fácilmente en todos los smartphones de este rango de precios. En cuanto a la cámara delantera, nos encontramos con un sensor de 8 megapíxeles, más que suficiente para unas selfies radiantes.
Como ves, el Honor 8 Pro se ha armado con un buen equipamiento para competir de tú a tú con los terminales más potentes del mercado, sin descuidar ningún detalle… ¡Bravo, Honor!