La profesión de especulador es una de las más antiguas del mundo, y nunca nos acordamos de ella hasta que aparece un objeto codiciado por muchos.
Es en ese momento cuando hacen su asombrosa aparición: por arte de magia estos señores poseen un gran número de unidades de ese objeto que tú te has cansado de buscar en cientos de páginas webs sin que vieras el cartel de agotado. Tu codiciado tesoro, el cual has buscado y rebuscado en tiendas de varias ciudades haciéndote más kilómetros que Marco buscando a su madre (¡y tú no ibas acompañado por ningún mono! …o ¿sí? bueno cada uno se junta con quien quiere y yo no he venido aquí a criticar vuestras compañías…
El caso es que cuando tú pensabas que no podrías adquirir ninguna unidad de lo que tanto deseas, estos amables señores te dan la opción de adquirirlo ¡Sí mutantes! ¡Y por sólo el triple de su valor real! ¿No es maravilloso? Pues desgraciadamente, no. No lo es.
Nintendo y sus ediciones limitadas
Soy un gran fan de la Gran N desde que apareció en el salón de mi casa la Super NES con el fabuloso juego Super Mario All Stars, pero odio su estrategia de venta con sus productos “especiales”: esas ediciones limitadas que te suben el hype tres metros sobre el cielo y que te hacen quererlos y amarlos meses antes de que aparezcan y salgan a la venta (o incluso en pre-reserva).
Nintendo sabe que cualquier producto que ponen a la venta va a provocar una avalancha de reservas, y que consecuentemente sus productos van a subir como la espuma en el mercado secundario. Por eso no entiendo cómo siguen jugando con un stock tan limitado que hace que repercuta negativamente en el fan y consumidor de sus productos. Porque tanta culpa a mi entender tienen los señores que especulan con los productos como la misma compañía, que sabe de sobra lo que ocurre cuando no te provees de stock suficiente.
Puedo hablar de casos en los que la especulación de los productos de Nintendo ha hecho que cientos de consumidores suban sus quejas a las redes sociales. Casos tan conocidos como la edición limitadísima de la Nintendo 3Ds XL The Legend of Zelda: Majora’s Mask, que el mismo día de la puesta a la venta aparecía en conocidas webs de compra-venta al doble del precio oficial puesto por Nintendo. ¿Cómo era posible que no pudieras comprar ninguna sóla unidad de ese título en tiendas físicas (u online), y en esas webs había cientos para adquirir a precios desorbitantes? Sencillamente porque los especuladores se habían puesto manos a la obra y se habían hecho con tan ansiado botín.
Casos más recientes encontramos con la esperada re-edición de la NES de los años 80, la Classic NES Mini, un producto que se agotó en pre-reserva a los 15 minutos de aparecer en las webs y que luego se vendió (y se sigue vendiendo) al triple de su valor.
Porque Nintendo en vez de poder atajar estas especulaciones realizando más stock, prefiere dejar de fabricarla en apenas 1 año facilitando aún más este mercado abusivo de venta entre particulares.
Próximas apariciones del especulador
En el mes de septiembre aparecerá oficialmente a la venta la SuperNES Classic Mini, y digo oficialmente porque hace ya casi dos meses que las pre-reservas volaron, e incluso en EEUU algunas tiendas de renombre tuvieron que anular dichas reservas por un mal cálculo de stock disponible. Así que en poco tiempo podréis ver en numerosas webs esta consola a unos precios “algo” más caros de su precio original. Y si los rumores de que para el año próximo Nintendo ofrecerá una re-edición mini de la Nintendo 64 (según últimas noticias la gran N ha patentado un nuevo mando igual al mando de la Nintendo 64 original) son ciertos, volveremos a encontrarnos con los señores especuladores aprovechándose de nuestro hype y del limitado stock.
Como última reflexión quería plantearte una cuestión, mutante. ¿Que hace para tí que un producto que poseas se le añada valor? ¿El hecho de que es tuyo o más bien que ese producto sea difícil de conseguir y te encuentres entre los privilegiados que sí lo tienen?
Con esto tan sólo quiero decir que muy probablemente, aunque no nos guste, la aparición de los especuladores hace que le demos más valor a lo que tenemos y que otros no tienen. Simplemente porque quizás nos hace sentir que eso que poseemos es más especial de lo que en realidad es.