Elon Musk demanda a OpenAI y Sam Altman por supuestamente abandonar su misión sin fines de lucro

Elon Musk demanda a OpenAI y Sam Altman por supuestamente abandonar su misión sin fines de lucro

Elon Musk demanda a OpenAI por violar su misión sin fines de lucro

El co-fundador de OpenAI, Elon Musk, ha demandado a la compañía, a sus co-fundadores, a empresas asociadas y a otros no identificados. Alega que, al perseguir ganancias, están violando el estatus de OpenAI como una organización sin fines de lucro y sus acuerdos contractuales fundamentales para desarrollar inteligencia artificial “para el beneficio de la humanidad”.

La demanda

La demanda alega que OpenAI se ha convertido en una “subsidiaria de facto de código cerrado” de Microsoft, que ha invertido 13 mil millones de dólares y posee una participación del 49%. Microsoft utiliza la tecnología de OpenAI para impulsar herramientas de inteligencia artificial generativa como Copilot.

Según la demanda, bajo la junta directiva actual de OpenAI, la compañía está supuestamente desarrollando y refinando una inteligencia artificial general (AGI) “para maximizar las ganancias de Microsoft, en lugar de para el beneficio de la humanidad. Esto fue una traición flagrante del Acuerdo Fundacional”.

Definición de AGI

La demanda define AGI como “una máquina con inteligencia para una amplia variedad de tareas como un humano”. Musk argumenta en la demanda que GPT-4, que supuestamente es “mejor en razonamiento que los humanos promedio”, es equivalente a AGI y es “un algoritmo propietario de facto de Microsoft”.

Musk ha expresado durante mucho tiempo preocupaciones sobre AGI. Afirma que la tecnología teórica plantea “una grave amenaza para la humanidad”, especialmente “en manos de una empresa cerrada con fines de lucro como Google”.

El papel de Musk en OpenAI

Según la demanda, el CEO de OpenAI, Sam Altman, y el co-fundador Greg Brockman persuadieron a Musk para que los ayudara a iniciar la organización sin fines de lucro y financiar sus operaciones iniciales en un intento de contrarrestar los avances de Google en el espacio AGI con DeepMind. Señaló que su acuerdo inicial establecía que la tecnología de OpenAI estaría “disponible libremente” al público. Musk afirma haber donado 44 millones de dólares a la organización sin fines de lucro entre 2016 y 2020 (renunció como miembro de la junta de OpenAI en 2018). Según informa TechCrunch, Musk dijo anteriormente que se le ofreció una participación en la subsidiaria con fines de lucro de OpenAI, pero la rechazó debido a “una postura de principios”.

Musk, por supuesto, tiene algo en juego. Desde el debut público de ChatGPT de OpenAI en noviembre de 2022, ha habido una batalla entre gigantes tecnológicos para ofrecer las mejores herramientas de inteligencia artificial generativa. Musk se unió a esa carrera de ratas cuando su compañía de inteligencia artificial, xAI, lanzó el rival de ChatGPT, Grok, a sus suscriptores Premium+ en su red social X el año pasado.

Cuando Altman regresó rápidamente al poder después de que la junta de OpenAI lo despidiera sorprendentemente en noviembre, se dice que nombró a un nuevo grupo de directores que tienen menos conocimientos técnicos y están más enfocados en los negocios. Microsoft fue nombrado como observador sin derecho a voto. “La nueva junta estaba compuesta por miembros con más experiencia en empresas centradas en el beneficio o en la política que en ética y gobernanza de la inteligencia artificial”, alega la demanda.

Las acusaciones de la demanda

La demanda acusa a los demandados de incumplimiento de contrato, incumplimiento de deber fiduciario y prácticas comerciales injustas. Musk está buscando un juicio con jurado y una sentencia que obligue a OpenAI a cumplir con su misión original sin fines de lucro. También quiere que se le prohíba monetizar la tecnología que desarrolló como una organización sin fines de lucro para el beneficio de los líderes de OpenAI, así como de Microsoft y otros socios.

Investigaciones de reguladores de competencia

Los reguladores de competencia en los Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea están examinando la asociación de OpenAI con Microsoft. Según informes, la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido está revisando si el acuerdo “podría resultar en una disminución sustancial de la competencia en cualquier mercado o mercados en el Reino Unido para bienes o servicios”. La demanda de Musk, presentada en el Tribunal Superior de San Francisco, es un asunto separado.

En resumen, la demanda de Musk contra OpenAI plantea preguntas importantes sobre la ética y la gobernanza de la inteligencia artificial, así como sobre la posible influencia de una empresa con fines de lucro en una organización sin fines de lucro. Seguiremos de cerca el desarrollo de este caso y su impacto en la industria de la tecnología y la inteligencia artificial.

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