El mundo de los smartphones está creciendo de una manera vertiginosa. Cada año distintas marcas presentan sus apuestas de terminales de distintas gamas, todos ellos ajustados (o no siempre) a su precio. Sin embargo, cada vez más se le presta atención a un aspecto que hasta hace poco pasaba de desapercibido: el diseño. Años atrás, uno se compraba un dispositivo por el ser más potente, dejando de lado el apartado estético.
En contraste con lo anterior, la tendencia en la actualidad es muy distinta. El smartphone se ha convertido, para bien o para mal, en un elemento indispensable en la vida de las personas. Teniendo en cuenta esto y que en la actualidad los dispositivos ya no pueden competir por rendimiento, le toca por fin el turno al diseño y a las pantallas en los smartphones.
Una MWC marcada por la estética
La MWC y sus fechas próximas han significado para muchas marcas la renovación de sus dispositivos. Sin embargo, las apuestas más arriesgadas en pantallas las hemos visto en Samsung y LG. Como podemos ver en las siguientes imágenes, ambos han decidido optar por unos bordes muy ínfimos. Además, ambas marcas han decidido también redondear las esquinas para romper un poco con la estética cuadriculada de los smartphones.
A continuación, vamos a mostraros algunas de las ventajas que esto supone, pero a su vez las desventajas que acarrea.
La primera preeminencia es sin lugar a dudas el valor estético que ofrece una pantalla de este calibre. Queda genial en casi cualquier tipo de dispositivo y atraerá las miradas de más de alguno por la calle. Así mismo, el espacio aprovechable de pantalla es mejor y nos permite tener dispositivos más pequeños con el mismo tamaño de pantalla.
Ahora bien, no todo es positivo. Los dispositivos de estas características tienen más tendencia a fracturar su pantalla en caídas de menor nivel. Al tener unos bordes tan estrechos, la pantalla es más vulnerable y esto ocasionará algún que otro susto. Por otra parte, resulta incómodo manejar un teléfono móvil sabiendo que a la mínima que roces el borde el dispositivo lo va a detectar como un toque, aunque haya sido involuntario. No obstante, todo será cuestión de acostumbrarse.
Bordes curvos o “Edge”
El Samsung Galaxy S6 no solo supuso un éxito de ventas, también acompañó la llegada de un nuevo tipo de pantalla peculiar de Samsung denominada “Edge“. Este pequeña curvatura, a uno o dos lados del dispositivo, carece de mucha funcionalidad, pero ofrece al dispositivo un acabado más “Premium”.
La apuesta de Samsung sigue siendo la misma. Parece que no quiere abandonar esta pantalla, y es que el nuevo Galaxy S8 incorpora en todos sus modelos la famosa curva en ambos bordes laterales. Sin embargo, de momento solo se puede utilizar con aplicaciones del sistema, porque muy pocos desarrolladores han apostado por incluir esta tecnología en sus dispositivos.
Lo que depara el futuro de las pantallas en los Smartphones
Aunque no lo sabemos con precisión, se puede intuir cuál será el futuro de este gran apartado multimedia. La tendencia en cuanto a resolución se va a quedar en 2K, excepto algunos aventureros que se lanzan hacia el 4K, una resolución un tanto excesiva para un dispositivo de 5,5 pulgadas. Además, opino que no todas las marcas se pasarán a los bordes redondeados, pero sí que harán lo posible por reducir al máximo sus marcos.
Por último, destacar que la industria de la telefonía móvil va a virar de dirección. Ya no se va a centrar tanto en hacer los dispositivos más potentes, pero sí en hacerlos más bonito. Esto se debe a que el Smartphone se ha convertido en un dispositivo de uso diario y cada vez es más importante para la gente que sea lo más precioso y personalizable posible.