Parece ser que la última actualización a Android 8.1 no es está pulida del todo para los Pixel más grandes de la familia, en especial con el lector de huellas.
Desde que se lanzó la última actualización, existen reportes de usuarios que informan de un funcionamiento más lento de lo habitual por parte del lector de huellas, que se caracterizaba por ser uno de los más rápidos del mercado.
No es serio, pero puede molestar
Como ya sabrás, el 2XL es el tope de gama dentro de los teléfonos gestionados por la gran G, por lo que deben ser los que presuman de actualizaciones tempranas y disponer del software a la última.
El terminal de Google, con un coste cercano a los 1.000 euros, parece que no desbloquea con la agilidad que lo caracterizaba antes de recibir Android 8.1. No es que hablemos de algo que afecte al rendimiento general del dispositivo, pero se estima en cerca de un segundo el retardo, por lo que ya encontramos cierta molestia.
Queda claro que es un problema a solucionar por parte de la compañía, pero al menos no nos impide disfrutar de todas las características del teléfono, un consuelo dentro de lo que un error de software puede conllevar.
Google al rescate
Según parece, Google ya está más que al corriente del problema y puesto en marcha para solucionar este “detallito”, que puede mermar la experiencia en su buque insignia.
La temprana respuesta la ofrecen los contribuyentes de la empresa, que confirma el trabajo del equipo de la compañía para poder lanzar una actualización que devuelva la agilidad al desbloqueo.
Queda claro una vez más que no hay marcas que se libren de los fallos, y que compres lo que compres no estás exento de correr el riesgo de que el dispositivo falle. Dime mutante, ¿en alguna ocasión has tenido algún problema con defectos de este tipo? ¡En los comentarios tienes tu hueco para dejar tus experiencias!