3 motivos para el éxito de Clash Royale

¡Hola mutante! Hoy no te traigo una novedad de juego, ya que este título lleva buen tiempo en el Top 10 de las app stores. Sin embargo, a título personal la he descubierto hace menos de un mes y realmente me he llevado una buena pega con el vicio que genera, así que quería compartir contigo mi experiencia.

En este pequeño resumen no planteo explicar la temática (muy conocida ya por más de 16 millones de personas solo en PlayStore), sino más bien exponer los que hoy por hoy son los motivos por los que logra tanta atención del público.

Clash Royale: mecánica básica

La historia es sencilla: tienes una baraja de cartas que equivalen a héroes, criaturas o personajes en otros juegos. Cada una de estas cartas se pueden subir de nivel, y poseen rarezas distintas (común, especial, épica o legendaria) en función a la frecuencia con la que pueden encontrarse. Para jugarlas, a su vez, requerimos gastar Elixir (el equivalente a maná o energía en otros juegos). La meta del juego: destruir las torres del enemigo evitando que ellos hagan lo mismo con las propias.

Hasta ahí no tiene mayor comparación con otros juegos de similares características, omitiendo el hecho que estos personajes son los mismos que se usan en el Clash of Clans (otro juego de SuperCell del que se deriva el juego en mención).
Las barajas de Clash Royale permiten miles de combinaciones

¿Por qué triunfa Clash Royale?

Entonces, ¿a qué se debe que un juego que aparentemente no posee mayores diferencias con otros se resalte? Pues es sencillo de explicar si tenemos en cuenta algunas cosas.

En primer lugar, Clash Royale es un ejemplo de juego “easy to learn, hard to master” (fácil de aprender, difícil de dominar): si bien sus mecánicas son bastante sencillas a simple vista, jugar bien requiere estudiar las estrategias disponibles con la infinidad de combinaciones que podemos hacer de nuestro mazo.

En segundo lugar algo que en lo particular captó más mis deseos de mantenerme en el juego es que las partidas son rápidas e intensas (máximo 5 minutos) y se consigue rival con suma facilidad (menos de 30 segundos exagerando). Esta agilidad en las partidas nos permite mantenernos en juego mucho más tiempo, adquirir más experiencia en menos tiempo, y disfrutar de este título en casi cualquier situación, como en el metro o en una cola.

En tercer lugar, pero no menos importante, está el aspecto social del juego. Clash Royale permite la creación de grupos de personas o clanes con los que abrir cofres y obtener más cartas de personajes. Hay, por supuesto, una opción de pago directo por obtener estos beneficios ,pero no es algo que marque una gran diferencia.

Un juego adictivo!

¿Nos echamos una?

Este juego llegó a mí por un familiar, y por curiosidad me aventuré a jugar. Luego encontré más amigos jugones en Facebook, y eso terminó de engancharme. El tomarme 5 minutos de mi tiempo para un juego que sufone tanto un desafío como una vía de escape de las labores que esté realizando no tiene precio, y por mi parte lo recomiendo lo recomiendo encarecidamente (¡si no lo has probado ya!).

¿Y tú, mutante? ¿estás también enganchado al Clash Royale? ¿O prefieres otros títulos? ¡No dejes de comentarnos tus preferencias aquí abajo!

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