El pasado lunes pudimos disfrutar del impactante primer episodio de la séptima temporada de Juego de Tronos. Y es entre la amenaza de los Caminantes Blancos, la reunificación del Norte, las conspiraciones Lannister y los avances de Daenerys que los fans más techies encontramos un dato interesante: ¡la serie contará por primera vez con escenas grabadas con drones!
Estas escenas corresponden a exteriores norteños (no sabemos si más allá del Muro) grabados en Islandia, en los que el equipo de rodaje tuvo que afrontar fuertes vientos y temperaturas de hasta -20ºC. Estas condiciones atmosféricas hacían que emplear los habituales helicópteros fuera aún más complicado (y caro) de lo habitual, y es que las ventiscas no respetan los planes de vuelo.
Pero claro, hablamos de la serie estrella de la HBO, y los estándares de calidad de imagen y cinematografía son altísimos. ¿Cómo solucionar el problema de conseguir planos aéreos espectaculares sin contar con toda la infraestructura (humana y técnica) que un helicóptero permite cargar? La respuesta vino de manos de la compañía holandesa AceCore Technologies y su dron NEO.
El NEO es un dron específicamente diseñado para cinematografía, construído en fibra de carbono, y capaz de soportar cargas de hasta 9 kilos. Esta fantástica herramienta de trabajo fué pilotada en el set por el propio CEO de la empresa, Jorrit Linders, que demostró las capacidades que los UAVs pueden tener para cine y televisión.
Este rodaje atestigua lo que eventos como el Madrid Drone Film Festival o el New York Drone Film Festival anticipaban: la asimilación de estos dispositivos por parte de la industria del cine (bueno, y de otras tantas) como una forma de conseguir planos aereos impactantes, capaces de acercarse más a la acción que los tradicionales helicópteros, disponibles para entrar en acción casi instantáneamente y, lo que es mejor, mucho más asequibles que estos últimos (¡incluso si se pierden!).
Los capitulos rodados en españa tambien se han hecho con drones 😉